Reempoderamiento maternal (A propósito del Médico de mi Hijo)

Hacia el siglo XVII o XIX se extendió en todo el mundo occidental la llamada Ilustración, un movimiento cultural con múltiples caras y versiones, pero que tenía un común denominador: el interés de la burguesía de culturizarse y culturizar a las clases bajas, extender fórmulas políticas cercanas a la democracia, etc, etc. 

En cierta manera podríamos decir que todo ese movimento marcó los fundamentos del actual orden político y cultural.

Y os preguntaréis, los que habéis empezado este post pensando que hablaría del reciente libro publicado por el pediatra Jesús Martínez, que me he ido un poco por las ramas. Quizás alguno de vosotros, ya aburridos, habréis dejado de leer...

El tema es más cercano de lo que parece. Pues los preceptos ilustrados llegaron también hasta la salud y, sobretodo, a la salud pública. En esos siglos se empezaron a sentar las bases de la moderna Seguridad Social. 

El problema es que se hizo en base a una máxima muy perinciosa "todo con el pueblo, pero sin el pueblo". Era pues una manera de extender los beneficios de la cultura y de la ciencia claramente paternalistas. Nosotros, científcios, gente de la cultura, sabemos lo que es mejor para vosotros, más que vosotros mismos y, más aún que las mujeres, claro está!

Por eso, en lo que se refiere a la salud de los hijos o, mejor dicho, a su mala salud y la alta mortalidad, se señaló un culpable: la madre (es decir, la mujer). Como cuentan ampliamente en el libro Madres Ignorantes, mujeres culpables.

Veamos sinó algunas de las citas de los pensadores de la época...

"Muchas madres son inconscientes verdugos de sus propios hijos, porque la ignorancia les lleva a cuidarles mal, a vestirlos peor, a darles de comer antes del tiempo, (...) y por último, a criarles con la negación absoluta de todo precepto higiénico".

"Las mujeres de pueblo ineducadas son como la tierra inculta, que da toda suerte de hierbas locas, pero que es mas productiva cuando se trabaja".

Tal vez en algunas cosas se logró avanzar, es no hay duda, pero algunos conocimientos fruto de años de experimentación, nacidos al calor de un hogar, todo lo de sabia que tiene la costumbre, todo eso se perdió por el camino, porque las madres no fueron escuchadas.  De paso, se arremetió contra la seguridad de las madres, de su capacidad de entender y cuidar de sus hijos. 

No se tomó en cuenta lo importante que es la mujer como agente de salud pública. Pero creo que la visión al respecto está cambiando, por suerte. En este sentido, me parece muy alentador y energético el párrafo que leí el otro día en un post y que reproduzco a continuación...

Kerala es un estado de la India. Kerala tiene casi 100 millones de habitantes. Kerala ha sido gobernado desde la independencia por comunistas elegidos reiteradamente en un sistema democrático transparente (de hecho perdieron las últimas elecciones y ahora gobierna la derecha). Kerala es muy pobre. Kerala tiene mejor salud que Estados Unidos, uno de los países más ricos del mundo. Kerala basa su salud en la educación formal de población, y especialmente de sus mujeres. En Kerala no hay analfabetismo (y existen más bibliotecas que en España). En Kerala la historia viene de antiguo pues, por ejemplo, ya emigraron allí algunos judíos tras la quema del templo de Jerusalén por los romanos, ya emigraron cristianos sirios tras la invasión musulmana y ya hubo una marajá influida por las ideas que se difundían de la Ilustración francesa.
La educación formal de la mujer es la clave de la salud de la población de Kerala. La mujer es el agente de salud más poderoso que existe en la Tierra. La mujer sabe cuidar de sí misma, de su familia y de la comunidad. La mujer tiene millones de años de evolución en que ha asegurado la supervivencia de la tribu mediante técnicas muy variadas que van desde la cohesión social a la ayuda al parto a otras mujeres pasando por el uso de plantas medicinales. La mujer ha incrementado su poder como agente de salud con la educación formal, al aprender a utilizar el conocimiento que se transmite por escrito. La educación formal es la herramienta clave en el incremento del poder de la mujer. Respecto a salud, es más importante el nivel de educación de la mujer que su propio nivel socioeconómico.

Creo que hoy en día estamos viviendo un paso adelante y, de alguna manera, intentando subsanar los errores pasados. Gracias, en parte, a la oportunidad de formarnos que nos ofrecen las nuevas tecnologías.

Y es justo aquí donde entra en escena Jesús Martínez, pues el con su blog creyó firmemente en la capacidad de la gente de cuidarse y de las mamás y papás de cuidar de sus hijos.

Y gracias a su iniciativa tenemos un grupo en el facebook y ahora, finalmente, con el libro recién estrando está contribuyendo decidiadmente al reempoderamiento de las mamás. 

Yo, sin ir más lejos, me siento más segura, más sabia y más capacitada de cuidar de mis hijas gracias a todo lo que he aprendido en el Médico de mi hijo (versión blog, versión grupo facebook y ahora versión libro).