Bona Dea, la diosa de las mujeres

Bona Dea, la buena diosa, también llamada significativamente Feminea Dea, la diosa de las mujeres. 

Relieve de Bona Dea, con sus atributos típicos: cornucopia y serpiente

Su propio nombre es especial. De hecho no es un nombre, es un epíteto, una descripción. Algunos autores indican que el nombre real solo lo conocían las iniciadas. De nuevo el misterio. La ponen en relación con la diosa madre, la representante de la feminidad de tantas culturas, tenía en Roma su lugar, pequeño y marginal, entre los bosques.

Dice la historia que esta diosa, de nombre impronunciable, en un principio fue un mujer corriente, buena, casta. Vivía encerrada sin salir de casa como toda mujer de bien. Hacía lo que se le pedía a su sexo, hasta que un día osó beber vino y se embriagó. Fauno, su marido (o su padre, según otras versiones del mito), la mató a latigazos con una rama de mitro.

Desde entonces, la noche entre el 3 y el 4 de diciembre las mujeres romanas la veneraban. Pocos datos tenemos sobre como se desarrollaban los festejos en su honor, porque de nuevo eran exclusivos para las mujeres, porque de nuevo formaban parte del misterio.  

Parte del rito se desarrollaba en el Aventino, se habla de una cabaña o una caverna como lugar de culto, se habla de juegos, bromas, música, danzas…y vino. En esas fiestas participaba todo el grupo social femenino: esclavas, doncellas, matronas…eso sin duda las haría sentir parte de un colectivo, les ofrecería una identidad. 

Somos las mujeres, aquellas que veneramos a la buena diosa, la diosa de las mujeres, las únicas que conocemos su verdadero nombre. 

Estatuilla de Bona Dea

 

Lo masculino estaba vetado en el rito. No solo los hombres, sinó a ningún tipo de animal macho. Allí se hacía patente la violencia masculina. A principios de diciembre, las mujeres recordaban como se repartía el mundo.

Todo el ritual tiene tintes iniciáticos: reclusión, segregación, el misterio del nombre, la tortura (los latigazos con mitro) la muerte y el renacimento, porque después de su muerte la mujer innombrable se convierte en una Diosa. 

Su historia es prototípica de la mujer romana. Un buen resumen para todas las mujeres jóvenes que debían ingresar en la sociedad romana de cúal sería su suerte si transgredían las normas. Entraban en sociedad a sabiendas de sus propios límites. Todas las que formaron parte de estos rituales tenían claro a manos de quienes morían, quienes ejercían la violencia en Roma y hasta donde podían llegar. 

Por otro lado, ese era uno de los espacios de transgresión tolerados que permitían a todas ellas reconocerse y resarcirse de sus malos momentos, de sus sujeciones y fatigas. 

Si queréis profundizar en este tema:

G. Piccaluga, Bona Dea. Due contributi al'interpretazione del suo culto 

H. H. J Brouwer, Bona Dea. The sources and a description of the cult