La pintura que os presento hoy fue realizada el siglo XIV por el pintor italiano Giovanni de Milano. En ella se nos relata el nacimiento de la Virgen María, por parte de su madre, Ana.
La imagen me gusta mucho y desde el punto de vista histórico es interesantísima. En esos momentos los pintores no tenían vocación histórica, así que Giovanni no pintó esta escena con intención de retratar un parto en la época del nacimiento de María, sino que lo que vemos es como era un parto en el siglo XIV.
Lo primero a destacar es el entorno plenamente feminizado. Los partos han sido hasta hace poco el sitio de las mujeres. Lo segundo, la limpieza. Limpian manos de todas las que han intervenido y al pequeño, que nada más nacer ha sido lavado en su vacinita y posteriormente fajado (es decir, envuelto con unas telas).
A parte de esta información, la pintura me parece una obra maestra de la composición. Todo está en el lugar adecuado, cada gesto da el matiz preciso. La escena nos aporta un paz muy especial, ¿no creéis?
Para finalizar, os prevengo: ésta semana será temática, sobre el nacimiento de María. Encontré unos textos fabulosos...así que no os perdáis la entrada del miércoles!
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