Ser (o no ser) madre

 Creemos que los niños deben ser concebidos con amor, nacidos en el deseo consciente de la madre, en condiciones que hagan posible un nacimiento y una vida saludable. Por tanto, creemos que toda mujer debe poseer el poder y la libertad para evitar la concepción, excepto cuando ésta le satisfaga.

En 1921 Margaret Sanger escribió este bonito lema que regía en la liga para el Control de la Natalidad en Estados Unidos.

¿Quién era Margaret Sanger y porque fundó la Liga para el Control de la Natalidad? Nacida en una familia numerosa y católica, pero con un espíritu fuertemente liberal, decidió desde un principio dedicarse al cuidado de los demás, por eso se hizo enfermera. Sus inquietudes sociales hicieron que se decantara por la atención a las clases más desfavorecidas. Allí se encontró demasiadas veces con la triste realidad femenina de aquellos años; embarazos no deseados y muertes por abortos "autoprovocados". Hasta que dijo basta, que aquella realidad no podía seguir manteniéndose y se dedicó a la lucha para conseguir métodos anticonceptivos femeninos, en unos años en que tanto en Estados Unidos como posiblemente en muchos otros países, ese era un tema tabú. De hecho, en este país estaba prohibido por ley difundir información sobre anticonceptivos femeninos. Esto provocó la detención de Margaret en varias ocasiones. En una de las sentencias condenatorias el juez sostuvo : "Una mujer no tiene derecho a copular con el sentimiento de seguridad que no habrá ninguna concepción posterior".
Margaret Sanger y sus hijos

A Margaret Sanger, a su fuerza y entrega, le debemos que se dejara de llamar Limitación de la familia y se pasara al ahora común, Control de Natalidad. Le debemos también la difusión de métodos anticonceptivos, por ejemplo, pero por lo que pasará a la historia esta activista por los derechos de las mujeres es por haber convencido a la millonaria Katharine McCormick a invertir en la fabricación de la píldora anticonceptiva.

Los conocimientos para sacar adelante esta píldora hacía años que eran conocidos pero ninguna farmacéutica quería invertir a ello, y sólo gracias a la iniciativa de estas dos mujeres pudo empezar a comercializarse. En ese momento fue un gran revolución y ha ayudado a muchas mujeres a ser propietarias de su cuerpo y a decidir ser o no ser madre. Porque como pregonaba Margaret, converitirse en madre sin cuestionarse los motivos puede tener consecuencies emocionales graves tanto para las madres como para sus hijos. Vivir la presión de un embarazo, un parto y la crianza sin desearlo o sin ser capaz de afrontarlo puede tener consecuencias trágicas.

En lo que respecta a la píldora propiamente, probablemente hemos avanzado mucho y, ciertamente, algunas voces ahora mismo se cuestionan sus virtudes y las consecuencias que puede tener para la salud de la mujer, pero eso no quita que se deba reconocer lo que supuso en su momento su comercialización o, como mínimo, las esperanzas que muchas mujeres pusieron en ella. 

Todo mi aprecio y reconocimiento por aquellas activistas que han hecho posible que las mujeres tomásemos el control sobre nuestros propios cuerpos, porque al final, eso es de lo que estamos hablando.

2 comentarios:

  1. Descubrí a esta mujer buscando información para mi blog y me pareció muy interesante. Todos los logros alcanzados en favor de nuestros derechos fueron gracias a pioneras como ella que no lo tuvieron nada facil. Una abraçada!

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    1. Veo que hoy las dos estamos reivindicativas! Ya he leído la entrada de tu blog! ;)

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