Tejiendo redes

He hablado de ello en más de una ocasión, digamos que es uno de mis temas predilectos. La última ocasion con la reseña que hice a un par de libros

Entonces decía que con la modernidad la familia pasó de ser extensa a súper nuclear (mamá papá y uno o dos niños) y las mujeres se quedaron encerradas en casa con los pequeños. En ese encierro se fraguaron tragedias individuales, se rompieron los hilos comunitarios...y nos hicieron sentir que las madres debíamos poder con todo, nos hablaron de la madre perfecta, que sabe hacer todo solita, aunque nunca hubiera sido así. Porque siempre habíamos contado con redes de algun tipo, hasta que llegó la sociedad individualista. Y la frustración y la soledad para algunas llegó a límites insospechados. Había que salir y buscar ayuda. 

La única solución viable para todas aquellas que hemos sido madres a principios del siglo XXI es salir de nuestros pisos y buscar círculos donde nos echemos una mano, donde podamos compartir las experiencias comunes, pero también los desvelos y tristezas que nos acarrea esto de ser mamás. Son estas redes las que nos dan fuerza para afrontar nuestro día a día como madres. 

Foto de la iniciativa popular "Tejiendo Malasaña"


En la pequeña ciudad donde vivo nos dejan un rincón en el ambulatorio para reunirnos. En principio, la idea era reunir a recién paridas para que compartieran sus problemas con las comadronas del lugar. 

Pero, aunque se empeñen, no dejamos de ser madres a los 15 días, cada momento acarrea nuevos problemas, nuevas cosas que necesitas compartir y el grupo se ha ido haciendo grande, hemos estado tejiendo una red fuerte y acogedora. Es la prueva palpable de la necesidad que tenemos de espacios para compartir la maternidad.

Pero claro, las autoridades competentes no ven la gracia al asunto y nos cierran el grupo o nos trasladan o nos dicen que no es necesario. 

Pero bueno, ya encontraremos alguna solución, como siempre, ¿verdad mamás? 
 


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