Males de madres

Ser madre no lleva asociada ninguna enfermedad concreta. Al contrario, diría que es muy bueno para la salud corporal y mental. Pero la sociedad en la que estamos sí. La manera en hemos organizado las tareas del cuidado, hacen que todo sea un arduo trabajo, mal valorado, invisible y que lleva a enfermar a muchas mujeres.

El otro día mi chico me hizo llegar un post muy interesante. Hablaba de la comida como droga. Algo en lo que no había pensado nunca, pero que me hizo reflexionar. En él se comenta el libro de Catilin Moran, Como ser mujer. Yo no lo he leído, pero en el post se citan algunos fragmentos. 

"Comer en exceso o en busca de consuelo es la opción más barata y humilde para llegar a la autocomplacencia y la autodestrucción. Consigues la libertad temporal que te producen la bebida, el sexo y las drogas, pero, y creo que ése es el quid de la cuestión, te deja siempre en un estado en el que sigues siendo responsable y dueño de tus actos"

 

“Comer compulsivamente es la adicción que eligen las personas que tienen que cuidar de otros, y ése es el motivo de que se considere la adicción de menor rango. Es una manera de joderte a ti misma mientras te mantienes operativa, porque no te queda más remedio. La gente gorda no se permite el “lujo” de que su adicción les convierta en alguien inútil, caótico, o en una carga. En vez de eso, se autodestruyen poco a poco sin molestar a nadie. Y esto explica que sea con tanta frecuencia una adicción elegida por las mujeres. Todas las mamás que comen sin hacer ruido"

Y me quedé pensando en esa frase final, todas las mamás comen sin hacer ruido. No se si todas, pero muchas. Picar entre horas es en general un mal femenino y tal vez maternal. Pero no el único. 

¿Cuantas de vosotras conocéis (o vosotras mismas) a mujeres-madres con insomnio y problemas para ir al baño?

Dos males que yo también asocio con la responsabilidad del cuidado. Porque siempre hay cosas mejores que ir al baño, porque a la madrugada abres un ojo sin querer y piensas "podría estar haciendo tantas cosas ahora mismo" y ya no lo vuelves a cerrar. 

A mi entender, todo ello no son más que síntomas de un problema de fondo: vivimos en una sociedad en la que hace tiempo dejamos de pensar en nosotras mismas.

Demasiado tiempo hemos estado acostumbradas a dejarlo siempre para un momento mejor. Lo primero es atender a los demás. Cuando a eso le sumas poco tiempo, la fórmula es peligrosa. 

Tener un horario laboral de 8 horas más atender como es debido un hogar, cuando no hay un compañero que te de una mano de igual a igual es una tarea casi imposible.

Cuidado con eso, que nos va la salud. 

Hay que tener claro que la mejor manera de cuidar de los demás es saber cuidar de una misma. 

Me lo iré repitiendo como un mantra...